INVIERNO III

Despierta la inquietud de todos sus moradores, es la destrucción de nuestra tierra, es como sí Hades se fortaleciera, ante la presencia de indolentes que cada día destruyen nuestro entorno. Y se regocijan por que la madre tierra, pierde su capacidad de dar.

Es un largo e interminable invierno, con un repetido rapto a la vida que provoca desolación

Hay un reloj de arena que cuenta el tiempo que pasa, cada día que se destruye un bosque, se contamina el agua de un lago, un rio o el mar, se elimina una especie animal. Y cuando ese reloj termine de contar el tiempo, todo será en vano

Sumisa surge el agua de manantiales, como si la tierra tuviera miedo de que se acabe. Serpentean sedientos los ríos y arroyos, duele la inconciencia de lo dañado... de lo perdido

Ya la tierra esta triste, esta yerma e infértil, en muchos lugares hay sequia permanente, ¿qué espera el ser humano para reivindicar causas que originen un cambio en la percepción de lo que vive el mundo? Se ha perdido el espíritu para vivir en armonía y plenitud, es un tiempo de obscuridad

Es la pobreza que se cierne por el mundo, es sombra, es crisis y necesidad de cambio

Es un largo invierno, que avanza y cubre su manto blanco sobre nuestras vidas. Es el viento gélido, niebla que cubre los ojos, dejándonos indefensos y solitarios ante augurios de tiempos difíciles. Es un compás de espera, para el perdón y la renovación